quarta-feira, 1 de dezembro de 2010

III ASAMBLEA NACIONAL DE MUJERES INDÍGENAS DE COLOMBIA

AUTORIDAD NACIONAL DE GOBIERNO INDÍGENA -ONIC-
                              CONSEJERÍA MUJER FAMILIA Y GENERACIÓN

DECLARACIÓN
III ASAMBLEA NACIONAL DE MUJERES INDÍGENAS DE COLOMBIA
“DORIS LOZANO TIMOTÉ”

“Mujer, indígena Pijao, asesinada el 19 de septiembre de 1986, por miembros de la Fuerza Pública colombiana, durante la recuperación de tierras del Resguardo Guatavita Tuva en Ortega, Tolima. Al momento  de ser asesinada tenía 26 años de edad y 8 meses de embarazo”.

Resguardo indígena El Tambo, noviembre  11 de 2010

REUNIDAS CON NUESTRAS SABIDURÍAS, PENSAMIENTOS, FORTALEZAS  Y ESPERANZAS, PARA TEJER  LA PERVIVENCIA  Y  EL FUTURO  DE NUESTROS PUEBLOS EN ARMONÍA Y CON DIGNIDAD
En el resguardo indígena El Tambo, municipio de Natagaima (Tolima), 150 mujeres indígenas con pensamientos diversos, viajamos desde los lejanos rincones de la geografía colombiana, con nuestras maletas y mochilas cargadas de sueños y esperanzas, para encontrarnos y celebrar la vida en la III Asamblea Nacional de Mujeres Indígenas. Llegamos de 26 pueblos diferentes y de 41 organizaciones territoriales; acompañadas de mujeres del Perú y Ecuador, representantes de Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas -CAOI y la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería -CONACAMI-;  y mujeres pertenecientes a organismos internacionales y organizaciones nacionales e internacionales.  

Conscientes del proceso histórico que hemos llevado adelante, en el que hemos recorrido un camino de avances y dificultades; con alegrías y tristezas  hemos conversado sobre la situación que vive el país y nuestros pueblos, y que a nosotras nos afecta de manera diferenciada.  
Juntando nuestras visiones hemos acordado levantar la voz para hacer visible  nuestro malestar con el actual gobierno de Colombia y su política de  La Prosperidad Democrática”, respecto a la cual, las mujeres indígenas no somos optimistas. Si bien conocemos del cambio de estrategia para gobernar del nuevo presidente y su gabinete, las esperanzas para la realización de los Planes de Vida de nuestros pueblos son nulas y eso lo evidenciamos en hechos como:

-          El afianzamiento del modelo de desarrollo fundamentado en la explotación de nuestros recursos naturales y de nuestros territorios, que son nuestra madre, en contra de nuestras cosmovisiones, intereses y leyes  propias.

-          El avance de las negociaciones de los Tratados de Libre Comercio,  especialmente con Europa y Canadá, sin que se hayan evaluado los impactos que causarán en nuestros pueblos y comunidades, en especial en lo que tiene que ver con la propiedad intelectual de la sabiduría milenaria de nuestros pueblos. Advertimos que somos las mujeres indígenas las mayores depositarias de los conocimientos ancestrales y de las técnicas de trabajo nuestras.

-          La creciente persecución y violación a los derechos humanos de las mujeres, en particular, y de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, como lo demuestran las  desapariciones, atentados, violaciones sexuales, detenciones permanentes y las muertes  de las que han sido objeto mujeres, niñas y niños de nuestros pueblos, las cuales se ha incrementado en los últimos 3 años. Recordamos y nos duele  el asesinato de  nuestra líder indígena del pueblo U’wa, Carmen Elisa Mora Uncacia, asesinada el 13 de agosto de 2010, madre de dos hijos, quien al momento de ser asesinada se encontraba en estado de embarazo.

-          La permanente persecución contra los procesos organizativos de los pueblos indígenas, y en particular contra los procesos de las mujeres, tal como aparece en las amenazas emitidas en  contra de las organizaciones y los pueblos indígenas.

-          La implementación de políticas sociales, como Familias en Acción, Jóvenes en Acción y programas dirigidos a sectores como las personas adultas mayores y la infancia, que no contribuyen al fortalecimiento de nuestras organizaciones y sí fomentan intervenciones desarticuladas y clientelistas, que no favorecen un desarrollo propio hacia el Buen Vivir.

-          La exclusión permanente y las múltiples formas de  violencias contra las mujeres y niñas que se dan en el contexto del conflicto armado,  en la sociedad en general y al interior de nuestras mismas comunidades.

-          La ausencia de una política pública de mujeres indígenas propia, pensada y construida desde las mujeres que favorezca la plena realización de nuestros  derechos.

Teniendo  en cuenta lo anterior y guiadas por los espíritus y enseñanzas ancestrales que nos acompañaron cada día,  acordamos, que es urgente la realización de nuestros sueños y el pleno ejercicio de nuestros derechos individuales y colectivos, los cuales requieren de la urgente adopción de medidas para responder a las siguientes exigencias:

 Al Estado Colombiano
  • El cumplimiento de las Recomendaciones emitidas por los Relatores y Relatoras  Especiales del Sistema de Naciones Unidas y el Sistema Interamericano.
  • El cumplimiento del Convenio 169 de la OIT, ratificado mediante ley 21 de 1991, en especial lo referido  al consentimiento previo libre e informado.
  • El cumplimiento sin dilación, a las órdenes emitidas por la Corte Constitucional en los Autos 092, 237 y 251 de 2008, y 004 de 2009. Ratificamos y  le apostamos a la unidad de las mujeres indígenas a nivel Nacional.
  • Avanzar en la formulación, concertación e implementación de una política pública diferencial para mujeres indígenas, con la participación efectiva de las mujeres indígenas en todas sus fases.
A nuestras organizaciones
-        Facilitar y garantizar  la expresión de la voz  de las mujeres indígenas.
-        Acompañar y facilitar la creación y fortalecimiento de programas y áreas de mujer y adoptar medidas para garantizar la participación equitativa de las mujeres en los espacios de decisión políticos- organizativos.
-        Acompañar y fortalecer los procesos de denuncia de violación de los Derechos Humanos de nuestras mujeres, jóvenes, niñas y niños.
-        Reconocer las diferentes formas de violencia que se presentan al interior de nuestros  pueblos y comunidades,  y aplicar las sanciones que correspondan, las  cuales se  deberán incrementar cuando las víctimas sean mujeres o niñas (os).
-        Que en los procesos de consulta previa que se realicen en nuestros pueblos y comunidades participen de manera efectiva las mujeres indígenas con sus propuestas, y haciendo visibles afectaciones particulares.

A todas las compañeras, líderes y organizaciones de mujeres indígenas, las invitamos a realizar acciones encaminadas a:
-        Organizar y realizar campañas sobre temas de preocupación para las mujeres indígenas.
-        Concertar con nuestras mujeres y pueblos sobre la conformación y puesta en funcionamiento de  tribunales de justicia de mujeres indígenas, para combatir la violencia interna y externa que nos afecta como mujeres
-        Llevar a cabo una marcha de las mujeres indígenas de Colombia, si no  se detienen las violaciones a los derechos humanos que se cometen en contra de nuestros pueblos  y de nuestras mujeres indígenas.
-        Trabajar en la transformación de las diferentes formas de violencia que se cometen en contra de nuestras mujeres indígenas a nivel comunitario. 
Compañeras y compañeros de camino y lucha, sabemos que la realidad nacional se nos muestra cada vez más dura, la situación del país golpea nuestros planes de vida y nuestros territorios. Sin embargo, también conocemos de la fuerza que tiene la acción colectiva basada en la experiencia ganada durante tantos siglos de resistencia; la esperanza que tejemos y la vida que sembramos las mujeres  siempre se abre paso en medio de las dificultades, como fuerza e inspiración para nuestros pueblos y organizaciones,  en la construcción de una vida digna y justa para todos y todas. 

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